El campeonato mundial se acabó en Abu Dhabi en noviembre. Nuestro último post fue el día anterior a la gran noticia que nos ha tenido ocupados durante estas semanas: la retirada de Nico Rosberg.
En primer lugar, nuestro respeto a la decisión. Cada persona es libre y responsable de sus actos, y puede optar, respetando los compromisos adquiridos, por aquello que crea más conveniente para sí mismo y para los suyos.
En este caso, la decisión supone renunciar a un puesto que es la envidia de todo piloto profesional y de todos los que no somos pilotos y nos gustaría o nos hubiera gustado serlo, además de las suculentas remuneraciones que supone.
Nico Rosberg es para mí un piloto especial, y por varios motivos. Pero fundamentalmente, porque ha seguido la estela de unos pocos más en toda la historia de la F1, que siendo muy importantes en el campeonato, han sabido mantener un comportamiento personal alejado de la arrogancia y del egoísmo devorador propio de muchos de los campeones; en este y en todos los deportes.
Además; Nico Rosberg no ha sido valorado en su justa medida; incluso esta temporada en la que ha acabado como campeón. Tal vez por el hecho de ser hijo de campeón, sumado a su carácter e incluso a su apariencia física, no se ha valorado suficientemente su trayectoria, y de ello ya hemos hablado en este blog lo suficiente. (Ver Hamilton vs Rosberg).
Una vez dicho lo anterior, reconozco que estoy un tanto perplejo.
La decisión de Nico Rosberg no tiene parangón en la historia de la F1. Es cierto que ha habido otros pilotos que se han retirado como campeones; como Prost o Mansell. Pero no en las mismas circunstancias. El único precedente similar nos lleva a 1.958, año en que Mike Hawthorn ganó su primer mundial y se retiró. Pero estamos hablando de una época en la que correr una temporada en F1 te daba una probabilidad de muerte del 10%, y permanecer 10 años en F1 suponía asumir una probabilidad estadística del 70% de morir en el empeño. Precisamente la retirada de Hawthorn se atribuye a la muerte del piloto Peter Collins, gran amigo suyo y fallecido en el GP de Alemania de 1.958. El propio Hawthorn murió poco tiempo después en un accidente de tráfico.
Por tanto, insistimos, la retirada de Nico no tiene antecedentes equivalentes.
Y francamente, nos cuesta asimilar que una persona que ha luchado toda su vida para llegar a donde está ahora, haciendo algo especial, como es pilotar en F1, en plenitud de facultades y de experiencia, decida dejarlo por las razones por él expuestas. Porque esas razones llevan conviviendo con él desde que empezó, lo mismo que con otros muchos, y nadie lo deja en sus mismas circunstancias. Por tanto, pensamos que algún día el propio Nico, cuando haya corrido mucha agua bajo los puentes, nos cuente la verdad de su decisión.
Porque Nico Rosberg desde que está en Mercedes, ha tenido a Michael Schumacher y a Lewis Hamilton de compañeros. Y en ambos casos, quizá no de forma muy explícita, unos eran más iguales que otros. Es decir, hablando claro, el piloto estrella del equipo era el otro.
A Schumacher le superó claramente, y ahí se acabó la discusión.
Con Hamilton, en mi mente pesa mucho Malaisia 2.013, recién llegado, cuando le pidieron que no superara a Lewis a pesar de disponer de más ritmo. Ahí se vio por quién suspiraba más Mercedes. En otros post ya he comentado cosas al respecto, y no quiero hacerme repetitivo. Es cierto que Hamilton ha ganado dos mundiales y Nico uno, pero 2014 y 2016 se han decidido por muy poco, y de la misma forma podríamos estar hablando de Hamilton uno, Rosberg dos, o Hamilton tres, Rosberg cero.
Pero en todo caso, teniendo que lidiar con lo que Pedro de la Rosa definió el otro día (por primera vez le he escuchado mojarse con tanta claridad respecto de Hamilton, al que conoce de cerca por su convivencia en Mclaren) como «una Bestia», en todos los sentidos, y que yo califico como el mejor piloto de lo que llevamos de siglo XXI.
Además, ha habido otro hecho que nos cuesta desvincular de Nico. Y es la salida de Lowe de Mercedes casi de forma simultánea. En este caso se trata de un ingeniero de primer nivel, en el puesto soñado por todo ingeniero, tal vez con la excepción de Adrian Newey, que no llega a un acuerdo con la empresa, toda una institución de renombre mundial, cuando acaba de ganar su tercer mundial consecutivo, en un dominio técnico casi sin antecedentes en la historia. ¿Ustedes dejarían que se fuera?¿Y si fueran Paddy Lowe, no querrían seguir demostrando que eres el mejor, ahora que viene un cambio de reglamentación?.
No acaba aquí la cuestión. Una vez decidido Rosberg a no continuar, la elección de su sustituto también ha sido un tanto rocambolesca. Por una parte, los pilotos de la casa que estaban precisamente para sustituir a los titulares en caso de necesidad, no han sido considerados; aparentemente por falta de experiencia. ¿Y nuestro amigo Verstappen, qué experiencia tenía cuando Mercedes quería ficharlo? Ocón solo lleva media temporada y Force India se ha hecho con sus servicios (pensamos que muy acertadamente).
En cambio, han removido medio mundo para contratar a Bottas, en lo que se da por hecho por muchos, no sé si internamente desde Mercedes también aunque todos los síntomas apuntan a que sí, que Bottas es poco menos que un figurante que llega para acompañar a Hamilton hacia su cuarto título. Para ese perfil de piloto, ¿era necesario recurrir a Bottas, cuando hay pilotos que podrían llevar a cabo esa tarea de forma correcta? Button, el propio Massa, algún piloto de otros equipos, o pilotos que han pasado por la f1 y ahora están en otras disciplinas.
¿Qué ocurre en Mercedes? Esa es la pregunta que me hago desde hace dos meses.
Porque no me he cansado de ponderar en este blog y en mis comentarios el extraordinario trabajo en estos años llevado a cabo por Mercedes. El ejemplo para mí de una dirección acertada en sus planteamientos y actitudes, un plan perfectamente diseñado y ejecutado, con una mejora continua del vehículo gracias a un equipo técnico brillantísimo, con dos pilotos que han podido luchar de tú a tú más que en ninguna otra escudería en sus mismas circunstancias, y con unos resultados espectaculares.
¿Qué ocurre en Mercedes? Esa es la pregunta que me hago desde hace dos meses, y que me lleva a deducir que el factor «Hamilton» ha estado pesando cada vez más en todo el equipo, tanto para bien como para mal, hasta llegar, propiciado por las circunstancias, a esa especie de reestructuración interna, que no sabemos si se ha acabado o todavía quedan otros capítulos por suceder.
Nos quedan muchos temas pendientes; el golpe de Ferrari, en comandita con la FIA, para perjudicar a Red Bull y Mercedes con las suspensiones; el cambio fundamental de diseño de Honda en su motor, la nueva reglamentación…Habrá que seguir escribiendo mientras contamos los días para ir a Montmeló a ver los f1 2.017.