Estamos todo el día concentrados en la lucha por el campeonato o en la progresión de Ferrari y Williams respecto de Mercedes, y nos olvidamos de los demás. En realidad, por detrás de esas tres escuderías, hay una guerra sin cuartel, con diferencias mínimas que cambian según el circuito, y con unos pilotos de gran talento, que no tienen nada que envidiar a los Hamilton y compañía.
Para entendernos, este año podemos considerar clase media a los siguiente equipos: Toro Rosso, Force India, Sauber y Lotus. No incluimos a McLaren, porque de momento no pueden competir con ninguno de ellos y además se trata de una escudería que por historia y medios está en otro nivel, y no digamos Manor, que lucha por superar los tiempos de los mejores GP2, a 2,5 segundos del segundo peor de la parrilla.
Estrictamente, deberíamos incluir a Red Bull, puesto que está luchando con ellos, pero se trata de una escudería de primer nivel, con gran presupuesto, y que por falta de motor y chasis, está temporalmente donde está.
A esta clase media le pasa como a la clase media en general en España, Estados Unidos y en menor medida Europa. Que ha pasado de clase media a medio-baja, es decir, están «tiesos». Lotus está demandado por impago de múltiples proveedores, con vista anunciada en los juzgados de Londres. Force India tiene a su principal accionista en la cuerda floja por graves problemas en sus empresas. Atrás se quedaron los fastos del superyate atracado en Valencia. Sauber ya es un clásico de los problemas económicos, que le llevaron al culebrón judicial de Australia con su piloto Van der Garde, con contrato en mano y substituido por otro más rentable económicamente. Por último, Toro Rosso es el único que parece ajustado a su presupuesto, con Red Bull de guardaespaldas financiero.
Force India empezó mal la temporada, al no poder utilizar su vehículo 2.015 previsto, por problemas de validación de los datos aerodinámicos. Este es un problema recurrente en muchos equipos. Incluso los grandes, como Ferrari, han tenido problemas para reproducir los cálculos aero obtenidos mediante simulación en túneles de viento y ordenador al vehículo real. No podemos olvidar que los túneles de viento trabajan con modelos a escala, con tapices rodantes que simulan el rodaje y velocidades del viento inferiores a la realidad. Los datos obtenidos por tanto, deben ser corregidos para trasladarlos a la realidad. Esa corrección parece ser que plantea problemas en muchos casos. Todavía existen secretos y técnicas por mejorar, hasta para los mejores ingenieros…
No obstante, Force India ha ido mejorando, y recientemente ha presentado su evolución B, que parece acertada. Dispone de los motores Mercedes, toda una garantía, y un acuerdo de colaboración con McLaren para el desarrollo del vehículo. En estos momentos, parece el mejor de la clase media, ayudado por dos pilotos de primer nivel. Especialmente inspirado está Nico Hulkenberg, que tiene todos los argumentos para disponer de un volante de primerísimo nivel. Sergio Perez también es un gran piloto, y su relativo fracaso en McLaren habría que achacarlo más al equipo que a sus dotes y talento. Los dos juntos constituyen la pareja más dotada de los equipos que analizamos, y en mi opinión, equiparable a cualquiera de las top.
Sauber empezó muy bien, puntuando en los primeros grandes premios. Pero ha ido bajando progresivamente su posición, hasta llegar a la pausa estival como el penúltimo, por delante de Manor. Sus escasos medios le han impedido evolucionar el vehículo, y la única novedad técnica que han introducido ha fracasado. Sigue utilizando el motor Ferrari 2.014, pendiente de incorporar la versión 2.015 tras el verano. Sauber dispone de buenas instalaciones, heredadas de su época de escudería oficial BMW. Tiene un equipo de personas serio. Acaba de incorporar un director técnico de primer nivel, y es de esperar que consolide su posición. Sus pilotos son noveles, con poca experiencia, aunque apuntan buenas maneras. Recientemente han sido renovados para el 2.016, aunque ya sabemos del valor de los contratos en F1, y en particular en Sauber. Históricamente, Sauber ha dispuesto de pilotos que han acabado siendo primeras espadas, como Räikönnen, Heidfeld, o Massa. También ha tenido hace poco a Perez y Hulkenberg.
Lotus es un histórico nombre, ligado a lo más selecto de la F1. No obstante, en los últimos años, las cosas han discurrido por una senda muy alejada de la gloria de los años 60, 70 y 80 del pasado siglo. Cabe señalar la excepción del 2.013, en la que llegó a ganar un gran premio con Räikonnen a los mandos. Sin embargo, el 2.014 fue desastroso, con la huida general de parte del equipo técnico, el propio Kimi, y una falta grave de soporte económico. Aun así, consiguió para 2.015 el motor Mercedes, lo que parecía asegurar buenas actuaciones. Ello no ha sido así en general, con múltiples incidentes, algunos por pura mala suerte, y otros por la especial tendencia de su pareja de pilotos por los accidentes. Maldonado es un piloto que en algunos días se muestra brillante, pero en la mayoría es irregular y sobre todo, poco fiable. Ha protagonizado cantidad de incidentes, solo o en compañía de otros, que le han llevado a ocupar el primer lugar por número de sanciones. Si no fuera porque aporta el patrocinio de Petróleos de Venezuela, estaría descartado de la F1 hace años. Grosjean es un piloto rápido, muy rápido, que ha ganado varios campeonatos. Podría ser un top si no fuera por pájaras que le dan de vez en cuando, y por comentarios fuera de tono, de los que no gustan a nadie. Su esperanza está puesta sobre todo en la posibilidad de que Renault compre Lotus, que ya fue su equipo hace años, y se quede de piloto. Su nacionalidad francesa y su buen amigo y protector Eric Boullier, hoy director de McLaren y también francés, relacionado con la actual propiedad de Lotus y antiguo director del equipo, podrían ayudarle a ello. En resumen, para este año, si las cosas con la corte de Londres se arreglan, podemos esperar alguna actuación aislada brillante, pero le vemos como el peor de los que llevan motor Mercedes. A medio plazo, todo pasa por convertirse en la nueva escudería Renault.
Finalmente, nos queda Toro Rosso. Escudería radicada en Italia, heredera de la antigua Minardi, y en la órbita de Red Bull. El año 2.015 ha supuesto un diseño del coche muy acertado, solamente lastrado por el motor Renault, que comparte con su hermana mayor Red Bull en exclusiva. Durante años dispuso de propulsores Ferrari, incluso estando ya en Red Bull, que desde que es alguien en F1 ha utilizado motores Renault, y a las primeras de cambio cuando las cosas no van bien, ya se han olvidado de los 4 títulos conseguidos en colaboración con los franceses.
Durante buena parte del año, el coche iba mejor que el Red Bull, quedando por delante de ellos en algunas carreras. No obstante, parece que algo les falla en los principios de carrera, con el coche cargado de combustible. Sistemáticamente pierden posiciones, que luego, al bajar peso por el consumo, cuesta mucho de recuperar, a pesar de las buenas prestaciones. La mala fiabilidad del motor también les ha jugado varias malas pasadas, perdiendo posiciones que tenían aseguradas.
Dispone de dos pilotos muy jóvenes; la pareja más joven de la historia. Evidentemente, son pilotos rápidos, que han demostrado o bien una precocidad asombrosa, caso Verstappen, o bien una trayectoria inmaculada, ganando varios campeonatos, caso Sainz. En mi opinión, Verstappen goza de la protección especial del jefe supremo de Red Bull, cosa que no ocurre con Sainz. Ello implica que excepto que Sainz acabe imponiéndose con claridad de forma continuada, el elegido para seguir en el equipo A es el holandés. Lo normal en todo caso es que sigan en 2.016 ambos en Toro Rosso, si mantienen el nivel mostrado. Actualmente el nivel de la pareja no está a la altura de los Force India Boys, que gozan de una mayor experiencia. En todo caso, si Renault mejora el motor, cosa que parece estar en proceso, Toro Rosso debería luchar con Force India para ser el mejor de la clase media en 2.015, porque dispone de un vehículo muy bueno en términos de chasis y aero.
En todo caso, estas escuderías constituyen una parte esencial de la F1. Ofrecen un gran espectáculo por las luchas cerradas que podemos ver, aunque no tanto como nos gustaría porque en muchos casos la televisión se centra en las escuderías de primer nivel, y dan cuerpo a la carrera en su conjunto.
También permiten poner de manifiesto las cualidades de los pilotos más jóvenes o que no han gozado de oportunidades, si bien es cierto que en muchos casos, se contratan para financiar el equipo por el aporte de patrocinadores asociados a ellos, y que permite la subsistencia, más que por sus propias cualidades.